La situación en Corea del Norte es desesperada, y el hambre se hace insoportable para la población. Mientras tanto, un general del ejército se dedica a desviar envíos humanitarios para sus propios fines, amasando su propio ejército y ganando poder y respeto en el proceso.
Temiendo que Corea del Norte esté amasando inmensas cantidades de armamento, el nuevo régimen Chino cesa las exportaciones de armas a Corea del Norte, a lo que los governantes norcoreanos responden con tentativos acercamientos al gobierno ruso, que firma una secreta alianza.
Culpando a China por el hambruna generalizada que sufre el país, el rabioso general norcoreano se lanza al ataque contra territorio chino, gracias a un tácito apoyo ruso.
China se mueve para responder, pero limita el nivel de escalado de sus ataques, temiendo una posible represalia rusa, incluyendo sus armas nucleares. En lugar de eso, China accede a introducir una fuerza multinacional que vele por las fronteras de su territorio.
Mientras tanto, en las sombras del conflicto, y de forma absolutamente secreta, los Ghosts y otras fuerzas especiales se adentran en el frente como invisible punta de lanza. Su misión: martillear a la amenaza norcoreana y eliminar al alocado general que inició el conflicto.