Joe llega al pueblo de San Miguel, donde solamente reina la muerte y la violencia por la lucha que han establecido las dos familias más importantes, los Baxter, que tienen el armamento, y los Rojos, que poseen el oro. Joe, con el fin de establecer una paz definitiva, con la ayuda del tabernero y del sepulturero, únicos que no han tomado partido por ninguna de las dos familias, se alquila a los Baxter y a los Rojos como un hábil pistolero, con el fin de conseguir información de unos y otros para hacer valer su pistola. Da cuenta a las rivales familias de los pasos de una y de otra, para de esta forma enfrentarlas y llevarlas a la destrucción mutua, hasta que es atrapado por los Rojos, que descubren todo su plan, propinándole una paliza para que les diga dónde tienen escondida a Marisol, gran amor de Ramón, que es el mayor de los hermanos Rojo. No obstante, Joe consigue escapar y con la ayuda del sepulturero, se refugia en una mina abandona, hasta que cura totalmente de sus heridas. Los Rojos, en su afán de venganza, eliminan totalmente a los Baxter, y cuando Ramón, desesperado, va al encuentro de Joe, suena una tremenda explosión, de la que a través del humo surge nuestro héroe, entablándose entre ambos un duelo del que Joe sale victorioso, con lo que de nuevo la paz vuelve al casi desaparecido y muerto pueblo de San Miguel.