Al fallecer el Dr. Zorba, un viejo cazador de fantasmas, deja en herencia su impresionante mansión a su sobrino Arthur y a sus dos hijos. Como Arthur está arruinado, la familia se traslada inmediatamente a la casa, donde pronto descubren que la herencia contiene algunas sorpresas, y no precisamente agradables: entre paredes de cristal se encuentran encerrados 13 fantasmas furiosos y muy, muy peligrosos.